lunes, noviembre 04, 2019

La polémica del Premio Nacional de Narrativa


Es unánime. Todos los que no han leído "Lectura fácil" coinciden en que es un mal libro y que no merece el Premio Nacional de Narrativa. Algunos han leído unas pocas páginas, quizá fragmentos aquí y allá, incluso un escatológico episodio especialmente escogido y que circula por internet, y hay quien afirma haber leído el principio porque alguien se lo ha copiado y se lo ha enviado por correo electrónico (por cierto, el párrafo que cita no es el principio), confundiendo en todos los casos la voz de uno de los personajes del libro con las opiniones de la autora. Por supuesto, con esto han tenido bastante para emitir un veredicto inapelable y mucho más acertado que el del jurado que ha concedido el premio. La maquinaria de las redes sociales se ha puesto en marcha.

¿Por qué ha levantado tanta polémica este asunto? Parece evidente que por la personalidad de la autora. Cristina Morales es lo que podemos definir como una "destroyer", una mujer cuyo objetivo es, ni más ni menos, destruirlo todo. Es anarquista, antisistema, okupa, alternativa, radical… y muy inteligente. Licenciada en Ciencias Políticas y con cuatro novelas y un libro de cuentos como currículum literario. "Lectura fácil" es su último trabajo, que fue merecedor del Premio Herralde, y ahora del Nacional de Narrativa. ¿Por qué tanto premio? Bah, porque tendrá enchufe.

Y ella sigue igual. Sigue siendo una provocadora entrenada para decir lo más inconveniente en el momento más inoportuno. En la primera entrevista que le hacen tras la concesión del premio le preguntan qué le parece lo que está ocurriendo en Cataluña y ¿qué contesta? Que bien, que "es una alegría que haya fuego en las calles en lugar de cafeterías abiertas". Y se desató el infierno, claro. Yo, una frase así sólo puedo interpretarla como una caricatura, una boutade, y más sabiendo que también ha criticado el llamado procés. Pero no están los ánimos para tonterías.
Claro, esto que escandaliza a los bienpensantes, emociona inmediatamente a los contrarios. Pues que se anden con cuidado, porque Cristina Morales tiene para todos. En una entrevista con Josep Maria Nadal Suau, Cristina Morales contó lo siguiente : "En mi primera novela, "Los combatientes", metí íntegro, sin citarlo, el discurso a las juventudes de España de Ramiro Ledesma Ramos. Pasaron meses antes de que alguien lo advirtiera. De hecho, cuando me dieron el premio Injuve por el libro, la Secretaria de Estado de Asuntos Sociales me pidió que leyera ese fragmento “tan bello”. Así que un auditorio lleno de protopodemitas aplaudió como si fuera la síntesis del 15M un discurso fascista de manual, un texto clave en la fundación de Falange de las JONS."

¿Y el libro? Nada. El libro es una mierda seguro. No nos preocupemos en averiguar qué puede tener de especial para que obtenga tanto reconocimiento. ¡Ah, donde estén los clásicos!

Sin embargo, el libro es uno de los textos más impactantes y originales que se han publicado en los últimos años. Un libro incómodo y perturbador. A lo mejor resulta que tengo que disculparme por decir que me gustó "Lectura fácil", del que ya escribí una reseña hace unos meses. Debo disculparme y debo aclarar que el hecho de que me guste un libro no significa que comparta todo el ideario y todas las contradicciones de su autora. No estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que dice. Pero ha escrito una novela que me parece más que interesante. Si los que la critican con esa mala baba la hubieran leído, no pondrían esos párrafos fuera de contexto porque lo único que consiguen es mostrar sus prejuicios y demostrar que no saben absolutamente nada de este libro.

Por supuesto, no es necesario que lo lean, no es obligatorio. Ni siquiera lo es que les guste si se deciden a adentrarse en sus páginas. Pero un "me gusta/no me gusta" no puede ser criterio suficiente para negar lo que tiene de innovador. El jurado habló del carácter radical del libro y la autora, cuando le preguntaron sobre esto, respondió con su afán provocador habitual: «No me planteaba de modo explícito hacer nada radical. [...] Es una denominación bastante pobre, una denominación muy barata propia de malos lectores y malos críticos». Sí, así es ella. A lo mejor fuma algo que no le sienta bien, pero eso no contradice sus dotes como escritora.

Resumiendo, me gustó "Lectura fácil", me pareció una obra arriesgada y compleja, muy bien escrita, que refleja una visión de la sociedad desde el punto de vista de cuatro personajes que se enfrentan a ella mediante una óptica deformada. Como visión irónica de una sociedad que se pierde en lo políticamente correcto y en la burocracia, me pareció una buena y original novela. Y, además, muy divertida.

Hay un linchamiento de una escritora por motivos políticos, se desprecia una obra por lo antipática que nos resulta su autora. Le está pasando a Cristina Morales, pero mañana puede pasarle a cualquier otro que diga algo que no sea correcto, aunque lo diga por error o se disculpe al día siguiente. La trituradora ya estará en funcionamiento.


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