1.- ¿Por qué escribes?
Hace años, cuando era joven, tenía las cosas más claras. Entonces te
hubiera contestado: “Escribo porque he nacido para esto”, y era verdad. He
dejado de creer en la predestinación y hoy me resulta difícil contestar a esta
pregunta: “Escribo porque no podría no escribir”, te diría, y es verdad.
2.- ¿Cuáles son tus costumbres, preferencias, supersticiones o manías a
la hora de escribir?
A la hora de escribir no soy muy maniático. Como no he podido dedicarme
por entero a la escritura, debo hacerlo en lugares poco indicados, en momentos
nada propicios, con lo que buenamente tengo a mano. El aislamiento ayuda, pero
me he visto escribiendo en autobuses llenos hasta los topes, en tren, en avión.
El silencio o la música son musas benévolas que no han asomado sus naricitas
respingonas durante la redacción de numerosos textos míos.
3.- ¿Cuáles dirías que son tus preocupaciones temáticas?
Esto no tendría que decirlo yo, sino los otros, so pena de caer en lo
pretencioso.
4.- ¿Algún principio o consejo
que tengas muy presente a la hora de escribir?
En primer lugar: escribir, escribir y escribir. En segundo lugar:
corregir, corregir y corregir. En tercer lugar: corregir de nuevo, volver a
corregir, seguir corrigiendo hasta el final.
5.- ¿Eres de los que se deja llevar por la historia o de los que lo
tienen todo planificado desde el principio?
Me gusta dejarme llevar por la historia. En general tengo claro dónde
empieza y dónde acaba ésta, así como algunas paradas intermedias, pero poco
más. Me gusta descubrir lugares no previstos, conocer personajes inesperados,
enfrentarme a situaciones que a mí mismo me sorprendan.
6.- ¿Cuáles son tus autores o libros de cabecera?
Soy bastante ecléctico, a dios gracias. Me leído y releído con
auténtico placer y sana envidia a autores como (en riguroso orden alfabético)
Borges, Dino Buzzati, Italo Calvino, Albert Camus, Javier Cercas, Raymond
Chandler, G. K. Chesterton, Rafael Chirbes, Joseph Conrad, Julio Cortázar,
Dostoievski, Dashiell Hammett, Patricia Highsmith, Henry James, Franz Kafka,
Stanislaw Lem, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Yukio Mishima, Antonio Muñoz
Molina, Wladimir Nabokov, Cesare Pavese, Pilar Pedraza, Edgar Allan Poe, Robert
Louis Stevenson, Miguel de Unamuno y siempre, siempre, siempre Manuel Vázquez
Montalbán.
7.- ¿Podrías hablarnos de tu último proyecto? Bien lo último que hayas
publicado o lo último que hayas escrito o estés escribiendo.
Lo último que he publicado es un ensayo sobre un cineasta italiano poco
conocido: “Mario Bava. El cine de las tinieblas” (T&B Editores). En los
últimos años he dedicado más tiempo al ensayo que a la narrativa y siento unas
ganas locas de volver por mis fueros. Mi próximo libro (cruzo los dedos)
debería ser un libro de relatos titulado “El acero y la seda”, ilustrado por un
amigo mío, José Ruanco. Hay otras cosas en marcha de las que, de momento, lo
más sensato es no hablar.
José Abad (Granada, 1967),
Licenciado en Filosofía y letras y Doctor en Filología Italiana. Como escritor
su interés se ha repartido entre la narrativa y el ensayo. Ha publicado las novelas
Nunca apuestes con el diablo (2000) y El abrazo de las sombras
(2002) y los libros de relatos King Kong y yo (2006) y El acero y la
seda, de próxima aparición. En el campo del ensayo se ha cimentado en dos
frentes distintos, empero complementarios: la literatura y el cine. Al primer
grupo pertenecen Las cenizas de Maquiavelo (2008); al segundo, El
vampiro en el espejo (2013) o Mario Bava. El cine de las tinieblas (2014).
En Ficcionario (2010) ofreció una primera recopilación de sus artículos
periodísticos. Ha traducido además obras de Giorgio Scerbanenco, Giovanni
Verga, Nicolás Maquiavelo y Moderata Fonte.
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