Elena Casero es autora de las novelas Tribulaciones de un sicario, Demasiado tarde y Tango sin memoria. No se trata de una recién llegada, sino de una escritora con una trayectoria bien definida, una de esas autoras que va dejándose la piel en cada uno de sus libros, configurando una voz propia y un mundo personal que resulta cercano aunque nos sorprenda contemplarlo a través de su mirada, como si lo descubriéramos de nuevo. Y esa capacidad de enfocar las cosas de un modo diferente, su preocupación por las historias cotidianas, por las tragedias que nos rodean, y su humor afilado, son quizá los rasgos más destacables de su nuevo libro, una colección de relatos reunidos bajo el sugestivo título de Discordancias.
Historias mínimas de una intensidad indiscutible. Pocas páginas para exponer un dilema, una tragedia. No necesita más para plantearnos dramas y miserias de una sociedad marcada por la incomunicación y la soledad. Personajes aprisionados en sí mismos y a los que les gustaría huir, de un modo impulsivo, sin destino planificado, huir sin más. La existencia como una falta de armonía bien con el entorno, bien con la pareja. Encontramos a un hombre que cuida a su esposa enferma y, a la vez, cree verla por la calle; una mujer que se suicida para hacer sufrir a su marido, aunque las cosas no saldrán como ella había planeado; o esos cónyuges que viajan a New York en sus bodas de plata y descubren lo diferentes que son el uno del otro. Una esposa puede abandonar a su pareja bien porque ronca o porque se deja crecer la uña del dedo meñique, pues son a veces los pequeños detalles los que ponen en evidencia que la relación se ha deteriorado. Pero ese deterioro puede producirse también con la propia realidad o con otras personas. Así, encontramos también a un vagabundo que pretende revivir su momento de gloria, a un hombre que desea hablar por teléfono con su madre muerta, a un ladrón empeñado en reproducir una fantasía basada en la lectura de un relato, a un hombre que recrimina en los personajes de una película la misma actitud que él está teniendo sin ser consciente de ello, o a una prostituta que celebra la Navidad con un desconocido. Existencias resquebrajadas, seres que se encuentran, de pronto, en un lugar en el que no quieren estar. Momentos de balance, de decisiones difíciles, de huidas... No es extraño que el suicidio tenga un papel bastante relevante a lo largo del libro, incluso es protagonista absoluto del cuento titulado Teoría del suicidio.
Sin embargo, no estamos ante un libro trágico, ya que uno de los rasgos del estilo de Elena Casero es su fino humor, el toque irónico con el que remata algunos de los cuentos, el distanciamiento con el que huye de cualquier afectación. Un estilo limpio y dinámico que nos introduce en sus historias de golpe, a menudo con un principio sorprendente que despierta nuestra curiosidad desde la primera frase. Un libro de relatos de una calidad muy alta, como evidencian La dueña del secreto, El jinete, Isolda, Su mejor salto o Bodas de plata, por citar algunos de ellos. Incluso hay tres historias en las que he creído identificar una secuencia común: La mancha, Manos y Lentejuelas y carmín. Personajes y situaciones que conforman un particular catálogo de existencias desubicadas, de tragedias íntimas y cotidianas, de esas que se ocultan detrás de las puertas y de las que, en algunos casos, es imposible huir.
Discordancias es un libro que atrapa al lector con su curiosidad por asomarse al lado más asfixiante de la realidad, a existencias insatisfechas y rendidas, con una mirada aguda y un humor incisivo. Un conjunto de relatos compacto, que conforma un escenario reconocible y unos personajes bien definidos. Un libro de los que deben recomendarse. Espero que consiga abrirse camino y sean muchos los lectores que disfruten de su lectura.
6 comentarios:
Breve y directa, como son tus reseñas.
Un muy buen libro.
Raúl
El alma difusa
Muchas gracias Miguel. Estoy contenta de que te haya gustado tanto y que lo digas en tu blog.
Un gran abrazo
Elena
He disfrutado mucho leyéndolo y merece volver a hacerlo. Seguro que le encuentro nuevos matices.
Me interesa y me gustaría mucho tenerlo.
Disfruto mucho de su blog.
Bien por compartir.
Abrazos.
Parece de esos cuentos que me gusta leer. Un abrazo.
Estoy en ello,mi querido Miguel.
Te deseo unas felices fiestas.
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