lunes, julio 20, 2009

Publicar tarde

Ha habido escritores que han publicado tarde y aún así han conseguido llamar la atención. Uno de ellos fue Frank McCourt, que acaba de fallecer a los 78 años de edad a causa de una meningitis. McCourt se dio a conocer con la publicación de un libro autobiográfico que se convirtió en un inesperado bestseller: “Las cenizas de Ángela”. Cuando publicó dicho libro tenía 66 años. Ganó el Pulitzer y publicó tres novelas más: “Lo es”, “El profesor” y “Ángela y el niño Jesús”.

Frank McCourt ("El País")

No ha sido el único caso, por supuesto. Hay numerosos ejemplos de escritores que comenzaron su carrera literaria tardíamente.
Gesualdo Buffalino sobrepasaba los 60 años cuando publicó su primera novela “Perorata del apestado”. Yo recuerdo con especial cariño su libro “Las mentiras de la noche”.
“El sueño eterno”, la primera novela de Raymond Chandler, se publicó cuando éste tenía 51 años. Hasta entonces sólo había publicado artículos dispersos en revistas.
José Saramago consiguió publicar una novela a los 25 años de edad que pasó sin pena ni gloria. Se titulaba “Terra de pecado”. Guardó silencio durante más de veinte años. Su siguiente novela, “Manual de pintura e caligrafia”, la publicó en 1977, a los 55 años. Entre ambas había publicado tres poemarios: en 1966, 1970 y 1975. El premio Nobel de literatura se lo dieron en 1998.
Annie Proulx publicó su primera novela a los 51 años de edad, y la segunda, “Atando cabos”, con la que ganó el Pulitzer, la publicó a los 58, en 1993.
Charles Bukowski publicó su primera novela, “Cartero”, en 1969, cuando ya había cumplido los 49.
Luis Landero publicó “Juegos de la edad tardía” a los 41 años.
Eduardo Lago publicó su primer libro, “Cuentos dispersos”, a los 46 años. Y su primera novela, “Llámame Brooklyn”, con la que ganó el premio Nadal, apareció en 2006, y Lago tenía entonces 52 años.
El escritor valenciano Manuel Talens también publicó su primera novela a los 44 años.
Y tampoco podemos olvidar el caso de Alberto Méndez, que publicó “Los girasoles ciegos” a los 63 años. O el del propio Stieg Larsson, que comenzó a escribir novelas policiacas a los 47 años y falleció a los 50, poco antes de que la primera de ellas fuera publicada y se convirtiera en un fenómeno editorial. O el de la ganadora de la primera edición del Premio Nueva Novela, convocado por el periódico argentino Página 12, que resultó ser una joven autora de 85 años llamada Aurora Venturini.

Y la lista no acaba aquí, naturalmente.

16 comentarios:

Mariano Zurdo dijo...

Cuando me llegan escritores ávidos por publicar, o lo que es peor, desengañados por su poco éxito editorial, siempre les digo lo mismo. Para casi todo te jubilan, pero para escribir siempre hay tiempo. Pongo ejemplos como los que tú has puesto. Y a veces ni los pongo. Porque si tienes necesidad de escribir lo seguirás haciendo. Él éxito no siempre llega (en toda su gama), pero puede llegar en cualquier momento.
Un abrazo zurdo.

Clarice Baricco dijo...

Disfruté tu texto porque es completamente esperanzador, y no me refiero a mi porque no me dedico a esto, me refiero a todos aquellos talentosos que es necesario que conozcamos sus letras publicadas.

Además también lo disfruté por darme a conocer más historia literaria.

Y...y..y además también, porque si salto de los escritores a los viajeros, me hiciste recordar a Georgia O'Keeffe que a sus 66 años de vida, viajó primera vez a Europa. Así que yo tengo esperanza.

Abrazos.

Júlia dijo...

Actualmente es difícil publicar pero todavía más promocionar aquello que se publica si no tienes 'conocidos' en los medios de comunicación. Más todavía, puedes incluso tener cierta promoción y vender muy poco. Las grandes promociones sólo se encuentran al alcance de los grandes grupos editoriales. Publicar incluso lo puede hacer uno mismo ahorrando algo de dinero, y existe internet que ofrece muchas posibilidades. Sin embargo, flotar en el mar de lo mucho que se publica es difícil, incluso puede que haya por ahí libros editados buenísimos de los cuales ignoramos su existencia. Fui hace poco a una cena de amigos, y todo el mundo estaba leyendo a Larsson, aunque muchos admitían que no les acababa de convencer. Porque incluso en ese tema hay cierta actitud gregaria, queremos visitar aquello que todos visitan y leer aquello que todos leen.

Ciertamente, se pueden hacer muchas cosas a edad avanzada pero, caramba, quisiera disfrutar del éxito con plenas facultades, je, je.

Sin embargo con los años me lo tomo con más filosofía, ya sé que no conseguiré todo lo deseado, ni en literatura ni en nada.

Ruth dijo...

Esperanzador, sí señor. Aunque, como dicen por aquí, si algún día llega mi momento me gustaría disfrutarlo en plenas facultades.

Sergi Bellver dijo...

Dicen en Marruecos que "la prisa mata". En literatura, como en otras cosas de la vida, también.

Si publico con 40 años mi primer libro, me daría con un canto en los dientes y aún podría llegar a parecerme "pronto".

Las vocaciones que se muestran de manera "tardía" no siempre lo son, sino una manera de vaciarse "en diferido", después de haber vivido unas cuantas cosas antes, tras haber hecho acopio de material, de leña, antes de la hoguera.

Abrazos, Miguel.

Libros Gratis dijo...

Autores como él, que no son tan conocidos, son lo que nos demuestran que siempre es posible escribir y ser valorados en el mundo literario. Coincido con Mariano Zurdo con su comentario, "para escribir siempre hay tiempo".

Saludos!

Raúl dijo...

Nunca es tarde si la dicha es buena, podríamos aplicar sin miedo a equiovarnos.
Abrazos.

Elena Casero dijo...

Nunca es tarde, es cierto.
Yo publiqué la primera novela cuando tenía 42 años y ahí estamos.
El tiempo seguirá diciendo

Anabel Rodríguez dijo...

Será que yo nunca me fijé en la edad de quien publica, que me es indiferente, porque me centro en lo que hay dentro, pero la verdad es que has conseguido animarme. Puede que dentro de x años consiga hacer algo potable.
Besos

Óscar Martín Hoy dijo...

Tengo inéditos un libro de cuentos y otro de poemas y amigos con cuatro o cinco libros ya publicados. No sé si, a mis 32, no tengo prisa o soy muy lento.

JOSÉ ROMERO dijo...

Siempre es reconfortante saber que no importa la edad, lo importante es trabajar y un día la publicación se consigue. O el estreno de cine también. Y en ello andamos. saludos

Miguel Sanfeliu dijo...

Mariano, qué bien verte por aquí. Estoy totalmente de acuerdo en que si tienes necesidad de escribir lo seguirás haciendo, siempre y sin remedio.

Clarice, por supuesto que hay esperanza. Hay gente que piensa que a partir de una determinada edad, lo que no se ha hecho ya no se hará jamás; y eso me parece un pensamiento terrible contra el que hay que luchar.

Júlia, tienes mucha razón en cuanto a lo de las promociones. Ése sí que parece un muro insalvable, pero bueno, supongo que hay que lanzarse contra él aunque nos rompamos la crisma.
Y tu comentario sobre disfrutar el éxito en plenas facultades me ha hecho pensar de pronto en el caso de Felipe Alfau, cuya obra fue recuperada a bombo y platillo cuando él ya estaba en una residencia y no tenía ganas de ruidos.

Ruth, y yo espero estar en buenas facultades para ver ese momento, que llegará. Por cierto, qué envidia me has dado con tu viaje a la Semana Negra de Gijón.

Sergi, estoy de acuerdo en que en algunos casos puede ocurrir que uno publique un primer libro muy esperanzador y luego se estanque o, simplemente, la mirada mediática se vuelva hacia otro lado y lo deje perdido y desamparados (se me ocurren ahora algunos nombres).

Libros Gratis, es verdad que la escritura no es algo que se pierda con la edad, aunque me temo que igual que hay casos en que la escritura llega tarde, también los hay de lo contrario, autores que después de algunos libros dejan de escribir: los bartlebys que tan bien retrató Vila-Matas.

Raúl, o "el que la sigue la consigue", por seguir con el refranero.

Eléna, lo importante es avanzar. Enhorabuena por tus libros.

Anabel, ¿y por qué no ibas a poder hacerlo? tienes todos mis ánimos para seguir adelante.

Habitantes, supongo que las cosas llegan cuando tienen que llegar. Me parece bien no tener prisa y lanzarse cuando uno se sienta preparado.

José Romero, y yo sigo tus rodajes con interés, desde luego.

Un fuerte abrazo y gracias por los comentarios.

Rosa Silverio dijo...

Apreciado Miguel,

Me parece muy interesante esta entrada. Es alentador saber que no importa la edad, siempre hay esperanza de publicar y de hacer carrera, en especial en estos tiempos en donde se busca "talentos jóvenes" cuando lo que hay que buscar es tan sólo talento, gente que escriba bien y que tenga algo importante y valioso qué decir.

Un abrazo.

Laura Diaz dijo...

En suma mi estimado escritor: que nunca es tarde cuando la prosa es buena.

Saludos desde el sur

Francisco Ortiz dijo...

La edad importa, sobre todo si es para bien y para aparecer con más madurez. A mí se me quedó también el nombre -y el ejemplo- de Bufalino.

Anónimo dijo...

Yo creo que no fue cuestión de edad, sino que llegó el momento en que tenían algo interesante que contar... sufrieron, amaron, perdieron... con 20 años poco se puede decir, salvo que fantasees y hagas otra literatura. A mí el nobel me lo darán con 66 años, calculo yo.