jueves, julio 24, 2008

Hancock

En un mundo en el que cada vez se cree menos en las cosas, se desmoronan los principios y las verdades absolutas, donde cuando alguien se muestra amable pensamos que nos quiere vender algo y se siente casi lástima por quien se atreve a conmoverse por las desgracias ajenas, no es de extrañar que hasta los superhéroes entren en crisis. El superhéroe se ha convertido en un ser solitario, desplazado de la sociedad, diferente, y esto le entristece. Ya no es alguien que está por encima del bien y del mal, vigilante, sino que, en muchos casos, se trata de una persona anodina que sobrelleva la carga de poseer unos poderes que debe ocultar a los demás. El superhéroe se ha humanizado, ha descendido a nuestro terreno.
Esta tendencia ya se ha tratado en cómics como “Watchmen” o en libros como “Muy pronto seré invencible”, de Austin Grossman, o incluso en series de televisión como “Héroes”. La visión del superhéroe se ha vuelto más humana, más realista; ya no se encuentran en un plano superior, sino que pueden estar aquejados por problemas tan cotidianos como pagar la hipoteca. Recuerdo que una de las cosas por las que prefería a Spiderman a cualquier otro superhéroe de los que iban surgiendo en mi adolescencia era precisamente que se preocupaba por cosas tan normales como los exámenes, la novia, el chulo del colegio o la forma de ganar dinero para subsistir, mientras el resto vivía en lujosos refugios dotados con los más inimaginables avances tecnológicos.

Así las cosas, llega a la pantalla “Hancock”, la historia de un superhéroe alcoholizado y mal hablado, poco amable y con mucho mal genio, que realiza su trabajo con una profunda desgana y causando enormes destrozos, hasta el punto que la gente se pregunta si no resulta peor el remedio que la enfermedad. Cada intervención suya cuesta a la comunidad grandes sumas de dinero. Hancock es un superhéroe despreciado por la gente, que lo insulta y lo abuchea.
No obstante, esto puede cambiar cuando conoce a Ray, un asesor de imagen que cree en las buenas causas, todo lo contrario que Hancock. Ray es un hombre bueno que confía en las personas y que se esforzará por conseguir que Hancock caiga simpático a la gente y se comporte como el superhéroe que es. Esto conlleva, entre otras cosas, enfundarse un traje de superhéroe y no ir por ahí volando en zapatillas. En este punto, la película alcanza su nivel álgido, el contraste de la pareja resulta muy efectivo y se alcanzan momentos de indiscutible comicidad. De hecho, creo que la película debería haber seguido explotando este tema, pues permitía hablar de muchas cosas, como el poder de la publicidad, la manipulación de los medios de comunicación, el gusto por la fama o la necesidad de ser aceptado por los demás, por poner algunos ejemplos. Sin embargo, no sé en base a qué criterio comercial, la trama se desvía hacia otros caminos que me interesaron menos y desinflaron mi entusiasmo inicial.

Pese a ello, se trata de una película muy entretenida, con espectaculares efectos especiales y buenas interpretaciones, destacando entre el elenco de actores, por supuesto, a Will Smith, que se puede decir que es el actual Rey Midas del cine norteamericano, pero sin olvidar a Jason Bateman ni a Charlize Theron.
Ha sido dirigida por Peter Berg, cuyo último trabajo hasta la fecha era “La sombra del reino”.

5 comentarios:

El Doctor dijo...

Estupenda reseña y muy necesaria Miguel.Es curioso que a mí también me gustaba el Peter Parker sin el pijama puesto.Su tía May y su sentimiento de culpa,su soledad.Estoy totalmente de acuerdo.Creo que en un futuro el superhéroe volverá a ser los personajes de Knut Hamsun,Joe Fante, Bukowski,etc.¿Acaso sobrevivir el día a día con dignidad no se está convirtiendo en taréa de héroes?

Un fuerte abrazo.

Clarice Baricco dijo...

Me divertì con la pelìcula y lo que màs me gusto fue lo que no esperaba del personaje que realiza la chica Theron.
Y sì, a pesar de no ser la gran pelìcula como otras, tiene detalles para reflexionar.
En fin, que me cayò bien don Hancock.

Abrazos.

G

Rosa Silverio dijo...

Me ha encantado esta reseña, Miguel, y la película por supuesto que la veré por dos razones:

La primera es que me encanta el "fresh prince", es decir, Will Smith.

La segunda porque aparece en ella la mujer más bella del mundo: Charlize Theron.

Disfruto verlos actuar a ambos, me gustan, y de vez en cuando hay que ver una comedia porque no todo es drama en la vida. :)

Abrazos.

Elena dijo...

Pues mira por donde es de esas pelis que no pensaba ver y me has animado. A mí también me gusta Will Smith. Has visto En busca de la felicidad? Me encantó esa película.

Saludos

El Miope Muñoz dijo...

A mi me gustó que el superhéroe fuera un hombre solo y que la película tuviera ese bello tema oculto.