Un año más la ciudad está patas arriba, sembrada de monumentos que arderán la noche de San José. Fiesta ruidosa y excesiva, plagada de arte, de color, de sátira... siempre asombrosa y sobrecogedora. Por supuesto, también causa incomodidad, especialmente para acudir al trabajo, para llevar una vida normal, para dormir. Además, una huelga salvaje del transporte público ha agravado la situación. No obstante, debo reconocer que la disfruto, que me encanta pasear de falla en falla y respirar el olor a pólvora por todas partes.
4 comentarios:
a mí me parecen una puta mierda
¿Estuviste en Benicarló??????
Nosotros fuimos el fin de semana y -o las fallas se repiten, o la foto nº7 es de Benicarló.
Nos encantó, el próximo año a Valencia.
Besos
A mi me corroe la envidia, que quieres que te diga. ¡Pásalo bien, y disfruta!
No estuve en Benicarló. La falla de la foto nº 7 se encontraba en la calle Alboraya de Valencia. No es raro que se encuentren dos fallas idénticas, se han dado casos. Ahora se emplean moldes y todo está más industrializado, me temo. Antonia, si vienes a Valencia estoy seguro de que disfrutarás del ambiente. Y Anab, espero que también te animes. Yo creo que son una fiesta sin igual, pese a que haya gente que la odie, como le ocurre a José M, con quien, obviamente, estoy en desacuerdo. Es cierto que resulta incómodo sobrevivir al día a día cotidiano en plenas fallas, pero eso no les resta valor ni vistosidad.
En cualquier caso, quise abrir una ventana en el blog para mostrar algunos de los monumentos que se plantaron este año.
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