Quiero compartir con vosotros algunas nuevas reseñas de mi libro "Los pequeños placeres".
En el blog "Novela negra y cine negro", por Francisco Ortiz. Aquí.
En el blog "Atracadero", por José Romero. Aquí.
Y en el blog "Con L mayúscula", por Carlos F. Romero. Aquí.
Mi agradecimiento.
martes, julio 17, 2012
martes, julio 10, 2012
Recomendaciones y lecturas pendientes
Comienza el verano y siento una especie de apatía. El blog está un poco parado, pero no debo angustiarme, sé que volverá a la vida en cualquier momento, aunque parece que es necesario un descanso. Tiempo para terminar proyectos, para reestructurar contenidos, y tiempo para leer. Muchos son los libros pendientes.
Los otros mundos, de Rosana Alonso. Editorial Talentura. Un libro de microrrelatos que me atrae especialmente. El microrrelato está imponiéndose como género, reivindicando su importancia y su dificultad. No es fácil encontrar un buen libro de microrrelatos y este, que juega con la realidad, con escenarios que parecen surgir de un mundo muy parecido al nuestro, y que quizá lo sea, me parece muy interesante. El blog de Rosana Alonso se llama Explorando Lilliput.
13.0.0.0.0 The revolution is now, de Esteban Gutiérrez Gómez. Canalla ediciones.
De Esteban Gutiérrez leí su anterior libro, La enfermedad del lado izquierdo, que me reveló a un escritor con un estilo y un mundo propios. En esta nueva novela parece que vuelve a incidir en la crítica a un sistema que nos paraliza. 13.0.0.0.0 es el último día del calendario maya y coincide con el 21 de diciembre de 2012, y esto es lo que incita al protagonista, el escritor Marcos Luján, a redactar este libro en el que pretende reflexionar sobre los males sociales que nos acechan.
Los años de lluvia, de Jesús Esnaola. Editorial Paréntesis.
Otro libro de microrrelatos que espero conseguir este verano. Jesús Esnaola tiene un blog llamado El doctor Frankenstein, supongo, en el que publica reseñas de libros y microrrelatos, entre otras cosas. No hace falta más para comprender que este libro, en el que distorsiona la realidad para mostrarnos su lado oculto, deparará muy gratas sorpresas.
El futbolista asesino, de Nicolás Melini. Casa de cartón.
Se ha reeditado este libro y me llama la atención la historia de un asesino frío, incapaz de sentir empatía por los demás, y cuya voz narradora suena un tanto indiferente hacia sus propias atrocidades. He leído muy buenas críticas de esta novela cuyo principio puede leerse en el este enlace.
Agosto, de Romina Paula. Marbot ediciones.
Hace unos años había un stand en la Feria del Libro de Madrid que tenía literatura argentina. Me gustaba curiosear entre esos libros y charlar con el encargado del sitio, que siempre estaba dispuesto a aconsejarme alguna curiosidad, me hablaba de nuevas voces que estaban surgiendo en aquel país. Así descubrí en su día libros como Los lemmings, de Fabián Casas, o ¿Vos me querés a mí?, de Romina Paula. Ahora, la editorial Marbot acaba de publicar en España la segunda novela de Romina Paula, titulada Agosto. El libro trata del viaje que la protagonista emprende hacia su Patagonia natal para asistir al funeral de una amiga.
La realidad quebradiza, de José María Merino. Páginas de espuma.
Uno de los mejores autores españoles, que ha cultivado diversos géneros y ha publicado varios volúmenes de relatos más que recomendables, es José María Merino. Por eso la publicación de una antología de sus cuentos, realizada por Juan Jacinto Muñoz Rengel, quien firma también el prólogo, es una oportunidad fantástica para acercarse de nuevo al personal mundo de un autor indispensable.
El premio Herralde de novela, de Jordi Bonells. Editorial funambulista.
Jordi Bonells es un autor de esos que suelen encontrarse al margen, un autor que merece ser más conocido. En su día publiqué aquí una reseña de Esperando a Beckett, un libro que me dejó fascinado. Ahora se publica su último trabajo, titulado El premio Herralde de novela, y es una lectura que seguro me acompañará este verano en mis vacaciones.
La justicia de los errantes, de Jorge Díez. Plaza & Janés.
Segunda novela del periodista y guionista Jorge Díaz. Una historia de aventuras y acción que se centra en la persecución que emprende un policía tras los pasos de los famosos anarquistas Durruti y Ascaso.
Flores en las grietas, de Richard Ford. Editorial Anagrama.
Una recopilación de artículos y textos autobiográficos, prólogos y conferencias, un conjunto reunido por primera vez en un libro y que, tratándose de un autor como Richard Ford, no cabe duda que será una lectura más que recomendable.
Dime, de Mary Robison. Alba editorial.
Una autora de relatos que me resulta desconocida y que se dice que es una de las fundadoras del minimalismo. Fue alumna de John Barth de quien, se nos informa en la solapa, aprendió que escribir literatura es “despojarse de lo superfluo para revelar lo necesario”.
Te elige, de Miranda July. Seix Barral.
Miranda July es una escritora y cineasta más que interesante. Su libro de cuentos Nadie es más de aquí que tú me pareció muy bueno y lo disfruté enormemente. Ahora aparece este libro en el que mezcla géneros y disciplinas. Con la excusa de rastrear qué y quienes se encuentran detrás de los anuncios por palabras, la autora nos ofrece un libro cercano al reportaje, con entrevistas y fotografías. Miranda July tiene la capacidad de enfrentarse a lo que le rodea con una mirada limpia, con extrañeza, y es capaz de encontrar el punto surrealista que esconde la realidad.
Vidas secretas de grandes escritores, de Robert Schnakenberg. Editorial Océano.
Pequeñas semblanzas biográficas que pretenden acercarse al lado oculto de algunos conocidos escritores como Kafka, Hemingway, Burroughs, Salinger, Kerouac, etc. Un libro ilustrado con un formato desenfadado que descubrí por casualidad en la librería y me atrajo de un modo casi hipnótico.
Estas son, de momento, algunas de mis lecturas pendientes.
jueves, julio 05, 2012
Reseña en Diario Córdoba
El sábado, 30 de Junio, se publicó en el suplemento Cuadernos del Sur, de Diario Córdoba, la siguiente reseña de Gente que nunca existió, firmada por Cristina Davó.
Y aprovecho esta entrada para anunciar que ya está disponible el número 26 de la revista Narrativas. Tan sólo hay que hacer clic en la siguiente imagen.
lunes, junio 11, 2012
Presentación en Madrid
Algunas fotos de la presentación del libro "Gente que nunca existió" en la Casa del Libro de la calle Fuencarral de Madrid. Estuve muy bien acompañado por Óscar Esquivias y Francisco Javier Torres en la mesa, y por buenos amigos y excelentes escritores como Angelina Lamelas, Medardo Fraile, Marta Sanz, Pepe Cervera, Miguel Ángel Zapata o Julio Jurado entre el público.
Al día siguiente, estuve en la Feria del Libro.
Por último, me gustaría invitarles a leer la entrevista que se ha publicado en "El Heraldo del Henares". Aquí.
sábado, junio 09, 2012
El ángel literario
"El ángel literario" es un documental dirigido por Luis Argueta e inspirado en un libro de Eduardo Halfon, en el que se pregunta a varios escritores por qué escriben.
martes, junio 05, 2012
Presentación en Madrid
El próximo viernes, 8 de Junio, a las 19:30 horas, presentaré el libro "Gente que nunca existió"
en la Casa del Libro de la calle Fuencarral, en Madrid.
Estaré estupendamente acompañado por el escritor Óscar Esquivias y por el editor Francisco Javier Torres.
Y al día siguiente, 9 de Junio, de 12:00 h. a 13:30 h. aproximadamente, estaré firmando en la caseta 261.
Sería estupendo veros por allí.
martes, mayo 29, 2012
Feria del Libro de Madrid 2012
Un año más se convoca la Feria del Libro de Madrid en el Parque del Retiro y la respuesta de la gente, animada por el buen tiempo, es multitudinaria.
Lo primero que hice nada más llegar fue buscar a Medardo Fraile, que sabía que firmaba ejemplares de su último libro, publicado en Huerga & Fierro, titulado "A media página", en el que reúne breves textos que fueron publicados en prensa y en los que reflexiona sobre los más variados temas.
También fue muy grato encontrar amigos como Raúl Ariza y Elena Casero, firmando sus libros "La suave piel de la anaconda" y "Discordancias".
Y dos nuevas autoras en el catálogo de la editorial Talentura. Rosana Alonso que firmaba su libro "Los otros mundos" y Clara Redondo, cuyo libro se titula "Lo que tarda un caramelo".
Juan Jacinto Muñoz Rengel firmaba su novela "El asesino hipocondríaco".
La magnífica escritora Marta Sanz con su última novela "Un buen detective no se casa jamás".
El escritor José Luis Muñoz firmaba su libro número 32: "Patpong Road".
Juan Carlos Márquez firmaba "Tangram".
Dos autores de la editorial Eutelequia, Mario Crespo y Marcus Versus, firmando sus últimos libros, "Biblioteca Nacional" y "Habitación 804" respectivamente. Por cierto, Marcus Versus es también responsable de la editorial "Ya lo dijo Casimiro Parker" que acaba de sacar una preciosa edición de la novela "Raro", de Benjamín Prado.
La escritora Eva García Sáenz y su novela "La saga de los longevos", que aparece en papel después de haber conseguido unas magníficas ventas en la web de Amazon. Sin duda un fenómeno que suscita gran interés.
Naturalmente, también tiene que haber tiempo para la tertulia y la cervecita de rigor. Abajo, de izquierda a derecha, David Roas, Miguel ángel Zapata, Francisco Javier Torres (editor de Eda), detrás de mí, tienen que creerlo, se encuentra Pablo Martín Sánchez, autor del muy recomendable libro de relatos "Fricciones", y esas manos que están haciendo otra foto pertenecen a Martín Arán, autor de la novela "Nocturno en el "Mery´s Bar".
Francisco Javier Torres me cede esta otra foto del momento taberna y picoteo.
Con Pablo Martín Sánchez y con Martín Arán en la caseta de la editorial Eda, compartida con Traspiés y El Olivo Azul. El sábado 9 de Junio estaré aquí firmando ejemplares de "Gente que nunca existió".
En un mismo stand firmaban tres autores tan diferentes como Benjamín Prado, Ramiro Pinilla y Alberto Vázquez Figueroa.
El escritor Eduardo Mendoza.
Rosa Montero.
Eduardo Galeano era este año uno de los autores que despertaba mayor espectación.
Manuel Vilas.
También se encuentran actividades alternativas. Aquí un cuentacuentos que resultó ser Fran Nuño, a quien conozco a través de las redes sociales. Intenté saludarle al acabar su espectáculo pero se marchó sin que pudiera hacerlo.
También encuentra uno algunas reivindicaciones.
Estatuas vivientes.
Y algún que otro elemento extraño.
Y esto es sólo una pequeña muestra. También pude saludar a Santiago Gascón, autor del libro "Una familia normal", editado por Xordica. Y Juan Soto Ibars, que acaba de publicar su novela "Siberia". Y Miguel Ángel Cáliz, de la editorial Traspiés. Y muchos autores, tanto conocidos como desconocidos para mí, nuevos descubrimientos en mi paseo por esta fiesta del libro.
sábado, mayo 26, 2012
Presentación en Valencia
Gracias a todos los que pudisteis acompañarme en la presentación de mi libro "Gente que nunca existió".
Gracias a Juan Luis Bedins por su presentación y a Francisco Javier Torres por haberse desplazado desde Málaga para participar en el acto.
miércoles, mayo 23, 2012
Presentación en Valencia
Quiero anunciar que este viernes, 25 de Mayo, a las 19:30 horas, presentaré mi libro de relatos "Gente que nunca existió" en La Casa del Libro de Valencia, Paseo de Ruzafa, 11. Allí os espero.
Aprovecho para invitaros también a leer una entrevista en este enlace.
Aprovecho para invitaros también a leer una entrevista en este enlace.
viernes, mayo 18, 2012
Limones dulces
Tenía una enorme
curiosidad por leer el libro de relatos “Limones dulces”. Conozco a Marian
Torrejón personalmente, hemos coincidido en presentaciones y lecturas, pero
nunca había leído ningún cuento suyo. Conocía el estilo que utiliza en su blog,
cargado de humor e ironía, aunque tampoco se prodiga mucho.
En
primer lugar me he encontrado con una escritora que sabe escoger muy bien los
detalles que resalta en sus historias, que tiene una mirada que se fija en
aquello que resulta especialmente significativo para definir a un personaje, un
estado de ánimo o una relación. Estos cuentos destilan nostalgia, una reflexión
compasiva sobre lo que ha quedado atrás, sobre el pasado.
Los personajes de estas
historias se enfrentan al mundo en inferioridad de condiciones y libran sus
batallas épicas contra ellos mismos. La mayoría de ellos son personas ya
mayores, abocadas a la soledad, a la aceptación de una etapa que supone un
punto de inflexión en sus vidas, como ese anciano que vuelve a ponerse su
uniforme para acudir a la boda de una sobrina y, por un momento, percibimos la
sombra de lo que fue en el pasado, o ese impactante relato en el que se plasma
perfectamente el dolor de una pérdida, en unas pocas páginas, sin trucos, tan
sólo con la descripción de una mujer que espera, sola, en la habitación de un
hospital, noticias sobre el estado de su marido, por citar dos de los relatos
que más me han impresionado: “El fajín del general” y “Eso no es nada”. Pero
también estarían en esta línea “Kaputt” y, aunque jugando con un punto de vista
un poco surrealista, “Con un elefante, imposible”.
También vamos a
encontrar historias que hablan sobre el mundo laboral, las relaciones de poder,
como “Llámame Seve” y “Crisis”. Dos historias que juegan con los malos
entendidos, las perplejidades, desde un punto de vista cargado de humor, como
“Juntos” y “El cuadro”. Otras dos que representan dos aspectos de una misma
realidad, como “Dos salas” y “Sesión de terapia”, esta última con una dosis de
mala leche considerable. Y, por último, tres relatos que tal vez merezcan un
punto y aparte, tres historias en las que el pasado, las vivencias de la
juventud, tienen una relevancia especial. “Limones dulces”, que da título al
conjunto, nos habla de esa significativa etapa en la que una joven ha de decidir
su futuro a la vez que vive con intensidad el primer amor, un relato que
destila nostalgia y que está narrado con mucha eficacia, con un punto de vista
distanciado, como quien vuelve la vista atrás, un cuento magnífico. “Fancy?”
también es una historia capaz de jugar con dos planos
temporales para relatar un suceso ocurrido en el pasado y que ha tenido una
relevancia que ha marcado a la protagonista. Y “El pez muerto”, una de esas
historias que nos están narrando una cosa pero, en realidad, nos están contando
otra. En resumen, un conjunto de cuentos más que notable, que se lee con
fluidez y con interés.
“Limones dulces” es el
debut de una narradora que conoce el oficio, un conjunto de historias que
aprueban con nota y que dejan claro que la trayectoria literaria de Marian
Torrejón no ha hecho más que empezar. Un catálogo de temas y registros variados
sobre la fragilidad del ser humano, ese punto que a todos nos une pero que, a
la vez, es capaz de distanciarnos. O, como dice el escritor Fernando Iwasaki en
el prólogo de este libro: “Los cuentos de Marian Torrejón narran el estupor, la
turbación y el desasosiego que conllevan esas irrupciones del pasado, las
epifanías de la memoria y los sentimientos que uno creía soterrados”.
Principio del relato "Sesión de terapia"
Siempre que sale de la
consulta me queda la misma sensación de ser yo, y no ella, la que está
analizando su vida. En cuanto cierra la puerta no sé por qué me suelo quedar
cavilando, me cuesta concentrarme para hacer las anotaciones que siempre hago
al final de cada sesión, y tardo más de lo acostumbrado en llamar a la auxiliar
para que haga pasar a otro paciente. Cuando la escucho hablar, descubro a
menudo algún detalle, algún gesto, alguna mirada que no me cuadran, como si en
el cielo de una película de época sorprendiera de pronto la estela blanca de un
avión reactor.
LIMONES DULCES
Marian Torrejón
Editorial
Certeza. - Zaragoza
1ª
edición: 2012.
El
libro se presentó el día 17 de Mayo en la librería Bibliocafé
de Valencia. Y Marian Torrejón estuvo acompañada por el excelente escritor
Carlos Marzal. Les dejo con algunas imágenes de ese evento.
domingo, mayo 13, 2012
La suave piel de la anaconda - Presentación
Supongo que Raúl Ariza
me propuso presentar su libro sospechando que entre nosotros hay una simpatía
mutua, una amistad. Él no es consciente de que le estoy cogiendo una manía
tremenda. Cuando leo sus historias, una corriente me recorre el estómago
mientras me pregunto dónde está el secreto de los cuentos de Raúl. ¿Por qué
parece fácil contar una historia que te sacude las entrañas? ¿Por qué es capaz
de conseguir este efecto en apenas unas pocas páginas? ¿Cómo hace para escoger
los detalles precisos, para enfocar a sus personajes bajo el ángulo justo? ¿Por
qué su estilo fluye sin tropiezos? ¿De dónde ha salido este hombre?
Decidí leerlo con detenimiento, en busca de la clave de su magia, del
oculto mecanismo de sus historias. Comencé con el preciso prólogo de Ángel
Olgoso, quien, al parecer, también ha sucumbido a los aciertos del libro.
Destaca Olgoso “su eficacia y limpidez a la hora de describir emociones
universales con soltura y sin oropel” y se fija también en “su implacable
habilidad para hurgar en los sentimientos, en las relaciones de pareja, en el
mundo doméstico y familiar, en el día a día de cualquier ser humano”. Olgoso
desgrana todos los aciertos del libro con precisión, deslumbrado.
Me pregunto si existe una especie de receta para que uno pueda
escribir relatos profundos, definir personajes tan humanos, y que eso parezca
tan fácil, cuando todos sabemos lo difícil que es.
Seguí adelante con la lectura y me sumergí en el mundo personal de este escritor preciso
y minucioso. Caí rendido ante sus historias, sin remedio. Yo intentaba realizar
una lectura crítica, distanciada, para poder sentarme aquí y decirles la clave
del estilo de Ariza, pero en cuanto volvía a la lectura de estos relatos,
volvía a quedar atrapado, la anaconda me mordía y me inoculaba una especie de
veneno adictivo ante el que no podía luchar, sólo podía rendirme.
Cincuenta y un relatos, agrupados en bloques de diez y uno independiente.
Aquí tengo que decir que la ilustradora Carmen
Puchol ha captado, en mi opinión, perfectamente la esencia
del libro, tanto en las ilustraciones del interior como en la excelente
portada, con esa serpiente cuyas escamas están numeradas del 1 al 51, señalando
un camino que se antoja peligroso, áspero, incómodo.
Los cuentos de Ariza nos describen momentos significativos, instantes especialmente intensos. Son como fotografías que uno imagina en blanco y negro, rostros surcados por profundas arrugas, cuerpos congelados en el segundo exacto en el que toman conciencia de lo que han sido sus vidas. Vemos a esa pintora que está retratando a su marido, al que acaba de asesinar. O esa casa en la que una anciana ha muerto sola, acompañada tan sólo por un montón de gatos, y en la que el periodista de sucesos que ha acudido a cubrir la noticia descubre un álbum de fotos, imágenes de un pasado feliz, lleno de vida y amores. O ese hijo que visita a su padre moribundo en el hospital, un padre maltratador convertido en un enfermo agonizante al que el personaje observa en silencio.
Encontramos, en estos cuentos, a mucha gente que se encuentra sola, que
cena sola, frente a la tele, un plato de sobras recalentadas apoyado en las
rodillas, que vuelve a casa dando un rodeo porque saben que nadie les espera,
que han sido abandonados y echan de menos a sus parejas. La soledad como una
losa que nos inmoviliza y nos aisla. Gente que añora momentos pasados y que se
enfrentan a una realidad que les duele. Hombres que han regresado a la casa de
sus padres después de un matrimonio fracasado, hombres casados que mantienen
encuentros sexuales rápidos y desapasionados, personajes que desean enamorarse
y otros que parecen haber tirado la toalla. Así es el mundo que mueve a Raúl a
escribir y que tanto nos conmueve. El dolor y la ansiedad que se nos agarra al
cuello y nos corta la respiración.
En el último cuento viene a decirnos que él, como narrador, es el único
responsable de todo lo que les ocurre a sus personajes. El escritor como dios
de todas las cosas en ese paisaje imaginario que tanto se parece al nuestro, de
esos seres imaginarios que tanto se parecen a nosotros, de esos sufrimientos
imaginarios que tan bien conocemos.
Ignacio Martínez de Pisón hablaba en una conferencia sobre cómo la
literatura de nuestro tiempo abusa de la primera persona, y de esa conferencia
salió el título con el que Jesús Bonilla publicó una recopilación de relatos y
artículos: “El arte del yo-yo”. Hay incluso quien defiende abiertamente que en
el mundo actual ya no tiene cabida el narrador omnisciente. Y como estoy en
contra de todas las afirmaciones tajantes, me encanta que el libro de Ariza
demuestre que la tercera persona sigue siendo tan eficaz como lo ha sido
siempre. La mayoría de los cuentos de “La suave piel de la anaconda” están
narrados en tercera persona, una tercera persona subjetiva la mayoría de las
veces, de esas que se pegan a un personaje en concreto y pretende que nos
pongamos en su lugar, lo cual le da a la narración un aire periodístico cargado
de veracidad.
Nos desvela los detalles gradualmente. En “La última frontera”, por
ejemplo, un hombre empieza hablando de un camarero que tiene un mono
amaestrado. Nos dice que está divirtiendo a la gente del hotel (primer dato: el
personaje se encuentra hospedado en un hotel). Luego habla de los atardeceres y
nos dice: “La verdad es que no está tan mal como temía que iba a estar cuando
decidió huir a este país sin convenio de extradición” (segundo dato: ha
cometido algún delito y ha huido). Sigue hablando de las bondades del lugar y
nos dice que se le han disipado las pesadillas y que apenas ha vuelto a pensar
ni en su mujer ni en su hermano (tercer dato), concluye diciendo que ya no
regresa al recuerdo del momento en que los mató con un martillo cuando los
descubrió en la cama juntos. El cuento finaliza con el protagonista llamando al
camarero mientras se fija en una joven que hay en el local.
Es muy cinematográfica esta forma de
narrar. Raúl retrata al personaje, reproduce su pensamiento, describe su
entorno, situándose siempre en un instante concreto, un instante decisivo,
significativo, y generalmente trágico. Sí, ya se habrán dado cuenta de que aquí
los personajes no van de fiesta, no están riendo y divirtiéndose, nada de eso,
los personajes acaban de vivir un momento dramático, violento en muchos casos,
que les ha dejado sumidos en el desamparo. Como ocurre en otro relato que me ha
resultado especielmente significativo, “El ruido y el frío”, en el que un niño
mira por la ventana cómo el viento agita un árbol en el exterior, tan frío,
mientras nos describe una escena familiar de maltrato. El interior del hogar,
que debería ser cálido y reconfortante, resulta que es más terrible que la
tormenta que se ha desatado fuera.
Bien. Esto es lo que hace este hombre. Nos golpea con contundencia, sin
compasión, y nos deja tocados, descolocados, aturdidos... Así que piénsenlo
bien antes de comprar este libro porque les aseguro que no saldrán indemnes de
su lectura.
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