Un día Gregorio Klee salió de su casa y desapareció sin dejar rastro, abandonando a su mujer y a sus dos hijas pequeñas. Los esfuerzos por encontrarle fueron inútiles. Ocurrió en Diciembre de 2001 y ahora, varios años después, el caso vuelve a ponerse de actualidad debido a que, al parecer, existen numerosos testimonios que afirman haber visto a Gregorio Klee en las más dispares emisiones televisivas. Suele ser una presencia de bulto, un observador más entre un grupo de curiosos que se arremolinan en torno a un famoso, o a un accidente o a cualquier suceso que reclame la presencia de las cámaras.
Su mujer, Simone, se ha convertido, como no podía ser de otra forma, en la principal impulsora del movimiento que se ha dado en llamar "Buscando a Klee", compuesto por multitud de aficionados que graban miles de horas de programas de televisión para visionarlas después con detenimiento, en busca del escurridizo personaje. Sin embargo, hasta el momento, sólo disponemos de siluetas difusas, rasgos granulados, indefinidos, lo cual da pie a la conocida controversia sobre la veracidad o no de estas apariciones. No deja de ser curiosa la diversidad de lugares en los que parece haber sido localizado: detrás de un importante ídolo del rock en un local londinense, o entre la audiencia de una intrascendente conferencia en Alemania, o en la inauguración de una estatua en China, o con la gente que corre en una manifestación en Uganda, por poner algunos ejemplos. Hay quien dice que es tal el afán de la familia por encontrar al desaparecido señor Klee, que su mente imagina verlo en los más extravagantes eventos. El caso es que seguidores y detractores defienden con igual intensidad sus puntos de vista, y es este un asunto que seguirá dando que hablar durante mucho tiempo. Algunos programas fueron grabados en días consecutivos, con pocas horas de diferencia, lo cual acrecienta el misterio, pues nadie es capaz de desplazarse tan rápidamente.
Sea como fuere, quienes creen en la veracidad del fenómeno aseguran haber constatado, sin ningún género de dudas, que emisiones de los más diversos países han recogido la figura solitaria, un poco abatida, de Gregorio Klee, quien deja constancia así de haber conseguido su objetivo de desaparecer, no sólo de su vida cotidiana, sino del mundo real, para convertirse en una sombra, una imagen anónima que representa una existencia falseada.
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarEnhorabuena, Miguel.
Que su familia lo busque en la casa de enfrente o de atrás, pues desde ahí los observa. La agencia de detectives Millás y Hawthorne A. C. lo recomienda en estos casos.
ResponderEliminarCurioso, intrigante y acertado texto.
¿Ficción o realidad? Caí de plano.
ResponderEliminarBuen texto.
Abrazos..
Ahi que fino.
ResponderEliminarNos deja usted sin palabras. Verdaderamente interesante.
ResponderEliminarPssst. Creo que vive en mi barrio, pero no se lo digáis a nadie. Psst.
ResponderEliminarMe encantó, Miguel
Pues acabas de crear una leyenda urbana, ahí es nada. Te has superado, Miguel. Sin duda. uen relato y buena historia, y además en tu línea, con algo tuyo personal.
ResponderEliminarEstupendo relato.
ResponderEliminarCreo, incluso, que esta historia podría dar más de sí, al menos para un relato más largo. A mí, por lo menos, me gustaría saber más cosas. Anímese, don Miguel.
Estoy con Francisco y la leyenda urbana... yo, por lo menos, me lo estaba creyendo de pe a pa (soy muy crédula, también es verdad). La versión posmoderna del Buscando a Wally, jajaja. Me ha encantado. Lo voy a contar por ahí, de verdad.
ResponderEliminarYo creo que lo vi por aquí, vagando entre las calles, escondido en algún ingenio de esta zona del Caribe.
ResponderEliminarMe gustó muchísimo, Miguel. Volví a sentir tu estilo, tu sello, tu aroma.
Un abrazo,
Ro
JCD, me alegro, gracias.
ResponderEliminarJosé R., qué buen relato "Wakefield" y qué gusto habértelo recordado.
Clarice, sí, podría ser realidad. Nadie está a salvo de desaparecer entre las emisiones de televisión.
Alvy, saludos.
Usuario Anónimo, muy agradecido por el cumplido.
Rosa Ribas, cerciórese bien antes de dar la voz de alarma. Me alegra que te gustase.
Francisco, crear una leyenda urbana, buff, qué responsabilidad. Con que te haya parecido una buena historia ya estoy más que satifecho.
Conde-Duque, te confesaré que se trataba de un relato más largo, pero que no terminaba de funcionar. Algo no iba bien, así que decidí "desnudarlo", dejarlo en la esencia. Quizá, a partir de aquí, lo vuelva a intentar.
Pies Diminutos, Klee puede ser la versión posmoderna de Wally, muy ingenioso, jaja.
Rosa Silverio, fíjate bien, es alguien que parece estar fuera de lugar, vagar sin rumbo... Me alegra que te haya gustado.
Un saludo a todos y gracias por vuestros comentarios.
Imagino a Gregorio Klee interpretado por Woody Allen.
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