Hace unos años, un periodista llamado Paul Boutin, de la revista Wired, pronosticó la muerte de los blogs. Aconsejaba no abrir un blog y, si se tenía uno, lo mejor era cerrarlo. Desde entonces, no deja de escucharse que los blogs están en decadencia, que han perdido su razón de ser debido al auge de las redes sociales, algo que no termino de comprender porque se trata de formatos distintos, y además no son incompatibles. De hecho, en muchas redes sociales se comparten contenidos procedentes de blogs. Parece, es cierto, que hay una apuesta por la brevedad, por la inmediatez, y como prueba los ciento cuarenta caracteres de Twitter (algo a lo que no he terminado de pillarle el punto), mientras que los blogs parece que tienen cierta aspiración de permanencia, es más, uno puede llegar a un blog a través de un texto escrito mucho tiempo atrás.
Empecé esta aventura del blog en mayo de 2006 y no tenía entonces ni idea de cuánto iba a durar. Fui aprendiendo sobre la marcha. Siempre me pareció que un blog era un medio muy flexible, podía ser usado como un diario, como una revista, como un bloc de notas, como una página personal, como una lista de sugerencias...
Lo único que sabía es que quería que mi blog fuera un blog literario. Publiqué textos que había ido reuniendo a lo largo de los años y escribí reseñas y también artículos sobre diversos eventos, en especial el Hay Festival de Segovia que empezó a celebrarse el mismo año, y también el Festival Eñe, y la Feria del Libro. El blog podía ser una ventana para mostrar cosas que sucedieran a mi alrededor para que pudieran verlas personas que vivían en el otro extremo del planeta. Suena como ciencia ficción.
Han pasado muchas cosas desde que empecé esta aventura bloguera.
Ahora, se dice que los blogs han muerto y yo no lo creo. Es cierto que han perdido fuerza. Muchos de los que empezaron en el mismo momento se encuentran ahora atravesando también, como yo mismo, un periodo de receso, de cansancio tal vez. Supongo que es algo normal, especialmente en el caso de un blog gestionado por una sola persona. Requiere mucho esfuerzo mantenerlo actualizado, mucho tiempo.
Las redes sociales han restado protagonismo a los blogs, creo que esto es indiscutible. Pero no creo que los blogs hayan muerto, ni mucho menos.
animo y a seguir en ello, me encanta poder leeros y consultar todo lo que publicais, es un aforma directa o bien indirecta de estar al día en materias que pocos o casi ninguno lo está....gracias.
ResponderEliminarYo tuve que abandonar el mío por razones económicas, pero en este verano lo abrí de nuevo, esta vez gratis. Es cierto que cuando se gestiona por una sola persona, entra el cansancio y al ver que ya no te siguen tantas personas, puedes caer en la desidia, el aburrimiento y al final desecharlo al cementerio de los blogs. Pero seguiremos resistiendo en nuestros pequeños rincones.
ResponderEliminarMueren las ideas, el ánimo, la perseverancia, la dedicación, la constancia. Bueno, esto se puede aplicar a casi todas las cosas, hoy en día, pero los asuntos de navegación ciberespacial son de lo más efímero, amigo Miguel. Un post es una gota en el océano condenado a desaparecer con el tiempo. Cuando uno escribe ya se preocupa de tener a buen recaudo los escritos, es decir, en papel esperando quizá que algún día pueda publicarlo en un libro. Aunque sea después olvidado pero jamás destruido. Los blogs son una moda pasajera. Yo ya estoy viendo una gran decadencia. Buenos blogs que se cierran o se quedan ahí navegando como una nave fantasma a la deriva. Creo que no es el ocaso del escritor, sino su decepción al medio. Y sé de lo que estoy hablando. Quizá un día nos volvamos a ver y hablaremos del asunto largo y tendido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,amigo.
Miguel, yo creo que a ciertos medios de prensa escrita que se consideran popes de lo cultureta, el mundo blog, que democratiza la publicidad de las opiniones, no les gusta porque les impide arrimar en monopolio el ascua a su sardina. Opinar es gratis y además, mucha gente (como es el caso de Cierta Distancia) opina muy, pero que muy bien. Eso es una competencia con la que algunos no parecen querer enfrentarse, para no perder el prestigio de los caminos a seguir, los libros a leer, los autores a denostar o ensalzar... Tu blog seguirá, porque es honesto y rezuma buen juicio y buenas lecturas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no creo que mueran, estoy más de acuerdo con Paco que con el que lo predijo.
ResponderEliminarYo abrí el blog en el 2007 y he tenido altibajos, tiempos en los que lo he dejado en suspenso por cansancio, o porque no tenía nada interesante que aportar. La parte positiva de estos diarios, o blocs de notas es conocer a mucha gente, aprender, compartir gustos e ideas. No, no creo que mueran simplemente llevan nuestro ritmo.
Espero que el tuyo no muera.
Besos
Qué va. Se cansan algunos blogueros, otros esperan un seguimiento mayor y se decepcionan, otros se dan cuenta de que con este medio tampoco se cambia el mundo (ni su propio mundo), otros se miran demasiado el ombligo, pero el medio sigue igual de vigente y, como la novela y la poesía, vive si vale lo que se escribe. No pares, amigo, que te he visto en el dique seco una temporada y no me ha gustado.
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ResponderEliminarNo. No creo que los blogs se mueran.
Y sí, efectivamente llega el cansancio o nos atrapan las nuevas redes sociales, pero el blog es el blog.
Feisbuc y twitter son medios diferentes que los podemos unir con el blog.
Twitter me ha invadido y reconozco que es por la brevedad. La brevedad tiene su encanto y quizá me resulte más fácil escribir cortamente y no un texto más largo para mi blog.
Además, son públicos diferentes, y al menos yo, siempre enlazo mis textos al twitter o al feisbuc. Y así, todos informados.
Muchos tuiteros no tienen blog y me leen en mi blog o muchos bloggeros no usan ni feisbuc. Por lo tanto, creo que debemos seguir con el blog.
Yo le tengo un amor a mi blog y agradecida porque por mi blog, aquí estoy, conociéndote, abrazándonos y compartiendo amigos en común.
Sí, he tenido momentos de decir hasta aquí, cerrar el capítulo, pero después recuerdo que escribo para contarme la vida y que de alguna manera es la herencia que le dejaré a mi chica.
Por lo tanto, es más fácil que yo me muera antes que el blog.
¿Seguimos? Sí.
Abrazos, querido mío.
Afortunadamente, hay una gran diferencia entre Fb y los blogs. Nadie consulta el historial del Fb de otras personas a no ser que hay una obsesión detrás. Sin embargo, las etiquetas son una forma inmejorable de agrupar los post por temáticas y permiten saltar la obsolescencia del día a día.
ResponderEliminarCuando exploro un blog navego por sus aguas, viajos por sus ventanas, vuelvo al inicio. Es cierto, que no es una tarea cotidiana, pero cuando ocurre aprendo, reflexiono.
El blog incita a la escritura cuando aparecen lucecitas y seguidores, es cierto. Pero también nos ayuda a organizar nuestros escritos que desde la lógica de las carpetas de windows es una locura.
Echo mano del word cuando quiero reflexionar en largo o escribir un cuento que excede la extensión propia del post.
Los blogs no mueren son como el mar, con mareas bajas y altas, crestas de la ola. Muchas voces independientes en un mismo océano.
Gracias por tu reflexión.
Anónimo, gracias por los ánimos.
ResponderEliminarC &, te animo a esa resistencia. Es cierto que a veces uno se desanima, pero aún así me tranquiliza saber que el blog sigue adelante, que se mantiene abierto.
Amigo Machuca, quizá el blog fue una moda pasajera y ahora deja de estar de moda, pero no creo que por eso vaya a desaparecer. Hay decepción y cansancio, pero supongo que todo es cuestión de tiempo. El formato blog tiene ventajas evidentes. Ya hablaremos de ello, ya hablaremos...
Miguel A. Zapata. En primer lugar, enhorabuena por estar entre los finalistas del Setenil, me alegró mucho verte ahí. Te agradezco lo que dices sobre este blog y ya ves que tener lectores como tú es otra de las ventajas de este medio.
Elena, me gusta mucho eso que has dicho. El blog no muere, lleva nuestro ritmo. Es muy cierto.
Francisco, tienes mucha razón. El medio sigue vigente y vale lo que valen sus contenidos. No hay que olvidarlo.
Clarice, es cierto, el blog nos ha traído hasta aquí. Eso se lo debemos. Amistades y lecturas interesantes. Tenemos que estar agradecidos, desde luego que sí. Hemos vivido el auge de los blogs, ha sido una suerte. Ahora creo que hemos de seguir, defender el medio, sin prisa pero sin pausa.
Nelken Rot, estoy de acuerdo. El blog tiene ventajas evidentes que tú señalas muy bien.
Un fuerte abrazo y gracias por los comentarios.
Estoy muy de acuerdo con Elena, el blog no muere, lleva nuestro ritmo.
ResponderEliminarEn mi caso estoy muy agradecida, me obliga a escribir, muy a gusto, y además me ha permitido conocer y compartir esta pasión por lo corto que me permite disfrutar aún mucho más de la escritura con otras personas tanto a nivel virtual como personal.
Besitos
Languidecen. Sí. ¿Los motivos? Pues básicamente, la ntaural fugacidad de todo aquello que no puede tocarse.
ResponderEliminarAquí seguimos Miguel, contra viento y marea. O contra Facebook y Twitter ! Un abrazo
ResponderEliminarSon métodos distintos de comunicar... yo llevo mucho tiempo en el blog, reconozco que pueden haber momentos de cansancio pero lo necesito, es mi divertimento, mi manera de recordar los libros que leí, lo que pensé de una película o de una obra de teatro. Sé que nunca llegaré a miles de personas pero aún cuando no me leyera nadie lo continuaría actualizando porque no lo hago por llegar lo hago por recordar.
ResponderEliminaránimo!!